martes, 11 de agosto de 2020

                                                                

Extracto de:    "EL ANTICUARIO"

      " Por fin terminaron con su preclara discusión, y después de tomar un sorbo de café servido en los bellos pocillos, me miraron y pidieron disculpa por la discusión.

Es que teníamos que terminarla, me dijo con firmeza don Evaristo, mientras don Honorio negaba con la cabeza, era evidente, no había terminado allí.

       Bien amigo, que dice, cuéntenos algo de usted, como verá somos dos viejos que nos entretenemos con viejas discusiones, nunca acabarán porque somos dos cabezas duras, desde el colegio venimos discutiendo, hubo algunos paréntesis, pero ahora tenemos todo el tiempo del mundo y los filósofos en nuestros cerebros se han sacudido el moho y nos ayudan en estos avatares filosóficos."